¿El punto de partida?
El poder de las flores: la sencillez, la frescura, el ánimo que aportan.

¿El punto clave?
Los estampados y su efecto beneficioso e instantáneo sobre nuestro humor...

¿El punto fuerte?
El atrevimiento, me apetecía presentar nuevas maneras de llevar los estampados mezclándolos, para que cada una se sienta libre para combinarlos (o no) entre ellos.

¿El punto culminante?
Todo lo que puede aportar alegría, por tanto... ¡las flores!

¿El punto de exclamación?
¡Qué bien! ¡Es primavera!

¿El punto de partida?
Ofrecer sin descanso prendas que se adapten a nuestros modos de vivir, a su evolución y se dirijan a todas las mujeres.

¿El punto común?
Las preguntas que nos hacemos sobre los cambios que vivimos y por momentos, también, nuestro deseo de no pensar más en ello...

¿El punto de mira?
¡El sombrero bob de flores, por supuesto!

¿El punto ganador?
Para Éléonore, nuestra modelo: ¡su entusiasmo el día de la sesión fotográfica fue magnífico!